Dicen que iba una vez la Santa a través de un pueblo a oir la misa y la paró una mujer enferma. La santa se detuvo a consolarla; mas las compañeras la instaban: "Dese prisa, Madre que perdemos la misa". Ella replicó: "Hija, déjese de la misa y miremos de regalar a esta pobre mujer, que mas se sirve Dios en la caridad que en el oir misas."
Así la leyenda. La realidad era que aunque la Santa era devotísima de las misas y por oir una estaba dispuesta a grandes sacrificios, no tenía escrúpulo en omitirla, no sólo por obras de caridad, sino por otros motivos menos brillantes. Así, cuando pasaba por Córdoba, acabado de atravesar el desdichado puente romano, harta de complicaciones, hubiera sin escrúpulo dejado de oírla el día de Pentecostés, de no ponerse terco Julián de Ávila, que "como era teólogo, hubímonos todas de llagar a su parecer, que los demás compañeros quizá siguieran el mío". (1)
(1) Fundaciones C 24,13. - Ana de Jesus, Proc. Salamanca 1597, a. 4
La Herencia Teresiana
Fr. Efrén J.M. Montalva
No me extraña nada de Santa Teresa de Jesús.
ResponderEliminarQue grande fue y sigue siendo en el Cielo.
Yo nací el 15 de Octubre de 1973.
Día de Santa Teresa. Fui prematuro,sietemesino, pero pasé de los de los 4 kg de peso, ni quería, ni cabía, ni me hacía falta una incubadora.
Tenía prisa por venir al mundo y quiso Dios adelantar la fecha a tan preciado día de Santa Teresa.
Saludos.
Jesús en tí Confio.