Úbeda no lo supo...Tan sólo unas mujeres
vieron a los dos frailes llegar hasta el convento.
La campanita niña sonó como un lamento y, por la tarde, en sombras, turbia de anocheceres
se abrió despacio, tímida la puerta carmelita.
-Yo soy Juan de la Cruz. Vengo a pedir posada
donde pueda, sin ruido, ser mi vida acabada.
Dios me llama y no quiero llegar tarde a la cita.
Rafael Duyos
Desde Úbeda, Gracias.
ResponderEliminarLa cofradía del el Nuestra Señora de El Carmen de Úbeda estrena web: http://www.elcarmenubeda.org
Un Saludo
Gracias a tí Manuel, visitaré vuestra web con mucho gusto.
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