martes, 8 de septiembre de 2009

Conformidad


 Bendito seas, Señor,
 por tu infinita bondad,
 porque pones con amor
 sobre espinas de dolor
 rosas de conformidad.
 Por eso, Dios y Señor,
 porque por amor me hieres,
 porque con inmenso amor
 pruebas con mayor dolor
 a las almas que más quieres...
Porque sufrir es curar
las llagas del corazón,
porque sé que me has de dar
consuelo y resignación
a medida del pesar...
                                                          
Por tu bondad y tu amor,
porque lo mandas y quiero,
porque tuyo es mi dolor,
¡Bendita sea, Señor
la mano con que me hieres!
José María Pemán

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