El mayor impacto que dejó Santa Teresa a los testigosde su vida fue de mujer poderosa ante Dios, que mereció su amistad y trataba con Él como una esposa habla con su esposo, como se habla a un amigo incondicional.
En Ávila alcanzó el glorioso renombre de Teresa de Jesús la Omnipotente.
No es que lo fuera; pero así pareció. Tenía buen fundamento. En una cuenta de conciencia de Beas, de 1575, escribió: "Estando en el convento de Veas, me dijo nuestro Señor que, pues, era su esposa, que le pidiese, que me prometía que todo me lo concedería cuanto le pidiese. Y por señas me dio un anillo hermoso, con una piedra a modo de amatista" (CC 28)
El obispo de Ávila, D. Alvaro de Mendoza, solía decir con admiración rayana en pavor: -"Voto a mi vida, que yo no entiendo a la Madre; más créola, porque siempre se efectúa lo que comienza."- Y así en lo que parecía imposible nos preguntaba el obispo si la habíamos oído decir que se haría, y endiciéndole que sí, decía: -"Pues yo lo doy por hecho."- (1)
(1) ANA DE JESUS, Proces. Salamanca 1597, a 4
La herencia teresiana
Fr. Efrén J.M. Montalva
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