jueves, 8 de abril de 2010

CUANDO PERDICES, PERDICES.

Pasando  por Manzanares fue invitada a comer en casa de un bienhechor, que le preparó una mesa repleta de perdices. Las mozas que servían la observaban y quedaron atónitas cuando la Santa Madre, sin remilgos, asió de las perdices y comenzó a comer de ellas, y respondiendo al asombro,dijo:
"Los santos a tiempo: Cuando penitencia, penitencia; cuando perdices, perdices.



Aunque no es histórico el incidente de las perdices, la leyenda se funda en la amplitud de la Santa, que cedía al máximo en el regalo del cuerpo, con tal que fuese para servir con ello mejor a Dios. Ello se vio principalmente en la interpretación que hizo de la Regla, recordando un principio de la misma que dice: "A necesidad no hay ley". Y en consecuencia concluía: "Si huviera menester siempre carne, poco importa que la coma, aunque sea en Cuaresma, que no va contra la Regla cuando hay necesidad, ni en eso se aprieten. Virtudes pido yo a nuestro Señor me las dé, en especial humildad y amor una con otras, que es lo que hace al caso". (Carta 403,6)

La Herencia Teresiana
Fray Efrén J. M. Montalva

1 comentario:

  1. Gue gran Santa, que bien supo obedecer lo dicho por Nuestro Maestro: "no ensucia lo que entra por la boca, sino lo que sale","misericordia quiero no sacrificios".

    Que Dios me las bendiga queridas hermanas!

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