¡Ah, pastores que veláis
por guardar vuestro rebaño,
mirad que os nace un cordero,
Hijo de Dios soberano!
Viene pobre y despreciado,
comenzadle ya a aguardar,
que el lobo os le ha de llevar,
sin que le hayamos gozado.
-Gil, dame acá aquel cayado
que no me saldrá de mano,
no nos lleven al cordero;
¿no ves que es Dios soberano?
Sonzas que estoy aturdido
de gozo y de pena junto.
-¿Si es Dios el que hoy ha nacido,
cómo puede ser difunto?
Oh, que es hombre también junto,
la vida estará en su mano;
mirad, que es éste el cordero,
Hijo de Dios soberano.
Fragmento, poesía de Sta.Teresa de Jesús
No hay comentarios:
Publicar un comentario