domingo, 27 de diciembre de 2009

CARPINTERIA JOSE, Jairo

Un pequeño homenaje a quien era tan caro a los sentimientos de Teresa de Jesús, y es tan importante en el corazón de todos quienes somos sus hijos:   JOSE, el de Nazareth

viernes, 25 de diciembre de 2009

miércoles, 23 de diciembre de 2009

ROMANCES - Del Nacimiento



Ya que era llegado el tiempo

en que de nacer había,
así como desposado
de su tálamo salía
abrazado con su esposa,
que en sus brazos la traía,
al cual la graciosa Madre
en un pesebre ponía,
entre unos animales
que a la sazón allí había.
Los hombres decían cantares,
los ángeles melodía,
festejando el desposorio
que entre tales dos había.
Pero Dios en el pesebre
allí lloraba y gemía,
que eran joyas que la esposa
al desposorio traía.
Y la Madre estaba en pasmo
de que tal trueque veía:
el llanto del hombre en Dios,
y en el hombre la alegría,
lo cual del uno y del otro
tan ajeno ser solía.




Feliz Navidad con Jesús


Fragmento del poema de San Juan de la Cruz


lunes, 21 de diciembre de 2009

¡AH, PASTORES QUE VELAIS...!



¡Ah, pastores que veláis
por guardar vuestro rebaño,
mirad que os nace un cordero,
Hijo de Dios soberano!

Viene pobre y despreciado,
comenzadle ya a aguardar,
que el lobo os le ha de llevar,
sin que le hayamos gozado.
-Gil, dame acá aquel cayado
que no me saldrá de mano,
no nos lleven al cordero;
¿no ves que es Dios soberano?

Sonzas que estoy aturdido
de gozo y de pena junto.
-¿Si es Dios el que hoy ha nacido,
cómo puede ser difunto?
Oh, que es hombre también junto,
la vida estará en su mano;
mirad, que es éste el cordero,
Hijo de Dios soberano.

Fragmento, poesía de Sta.Teresa de Jesús 

martes, 15 de diciembre de 2009

Soledad


"Procuraba soledad para rezar mis devociones"
                               Teresa de Jesús

En el hombre está la soledad, pero también está la compañía. Falta elegir personalmente la dosis y no permitir que los demás nos la elijan, porque entonces es difícil que acierte la mano con la herida.
Aunque puede ser que aún siendo uno quien elija, elija mal, y todo se vuelva añoranza de cambios, solicitud de otras oportunidades.
Pero este no es el caso de Teresa de Jesús, que procuraba soledad para sus rezos.  Y, cuando más tarde, se cautivó con las novedades que traía, la necesitó ya para vivir.
Pronto se da cuenta Teresa de que tiene más corazón que posibilidades. Pronto descubre que las compañías humanas, exigen una contraprestación de utilidades.

A fuerza de desencantos el hombre termina descubriendo que se necesita un infinito hilo para coser la boca de los apetitos y Teresa de Ávila busca la soledad para toparse con el ovillo interminable: Dios, colmo y madeja, fuerza y susurro, patio y pozo, estrella polar y sombra muchas veces, vibrante juego, yermo y rosa.
Dios, a cambio, sólo va a rogarle una mirada.  Teresa de Jesús cuando sus hijas reclamen la maestría de su oración, va a enseñarles: No os pido más que le miréis... todavía conservan las carmelitas descalzas su pupila luminosa y desgastada.

Unicamente desde ese conocimiento, descubierto a solas, se torna la simple soledad en soledad sonora.  Creer en Alguien, saberse incomprensiblemente amado hasta decir "no continúes, porque no preparé mi corazón para tanto destino",  es como ponerle campanas a la vida, cargarla de sentido y descubrir que allí donde nacimos , todo lo que fue tan nuestro , se ha convertido en la memoria del otro, ajena y extrañada.

En soledad vivía, / y en soledad ha puesto ya su nido, / y en soledad la guía / a solas su querido, / también en soledad de amor herido.  El embeleso que une, el reclamado abrazo, la porfía de los agotamientos, sólo a solas pueden despacharse en libertad.

Para San Juan de la Cruz la soledad va más allá del simple apartamiento de compañías o ruidos, La soledad que el santo reclama es la despejada de memorias , entendimientos y voluntades que a Dios no conduzcan, como secar el pozo de Jacob, romper el cántaro y esperar su agua que se bebe de un trago suficiente. Más fácil es el camino con la sed apagada y más difícil perderse porque, quien guía, es el mismo que tapó la boca de la necesidad: el querido a solas y a solas encontrado.

Uno de los pasajes evangélicos mas amados por Santa Teresa es el de la Samaritana: ¡Oh, que de  veces me acuerdo del agua viva que dijo el Señor a la samaritana!, y así soy muy aficionada a aquel evangelio... desde niña lo era y suplicaba muchas veces dal Señor me diese aquél agua  (V. 30, 19).
Debió  Teresa de Jesús mirarse en el espejo de aquella mujer que se multiplicaba en vano y supliqué al Señor me diese de aquel agua. A solas desde entonces la bebieron. A solas, haciendo de vaso la mano, se la fue dando el Señor en todos los desiertos a que conduce la vida.

Pedro Villarejo, ocd

domingo, 6 de diciembre de 2009

Rezando el Ángelus con San Juan de la Cruz




V./ Entonces llamó a a un Arcángel que San Gabriel se decía
y enviólo a una doncella que se llamaba María.
R./ De cuyo consentimiento el misterio se hacía 

Dios te salve María, llena eres...

V./ y aunque Tres hacen las obras en el Uno se hacía
R./ y quedó el Verbo encarnado en el seno de María.

Dios te salve María, llena eres...

V./ Y el que tenía sólo Padre ya también Madre tenía
R./ Por lo cual Hijo de Dios y del hombre se decía.

Dios te salve María, llena eres...

V./Ruega por nosotros, Señora y Abogada nuestra
R./Para que seamos levantados al alto estado de unión con Dios.

Oración: Padre Inmenso, Tú que estás desbordando ternura y verdadero amor y nos has dado a conocer cosas de gracia y misericordia tuya en las obras de la Encarnación, levántanos Tú a Ti en pureza de amor y por medio del árbol de la Cruz de tu Hijo llévanos a la gloria de su resurrección.  Por Jesucristo Nuestro Señor .  Amén

Tomado de  EN CAMINO, boletín de información
sobre la causa del Padre Jerónimo de la Madre de Dios ocd

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Exclamaciones


¡Oh, Jesús mío! cuán grande es el amor que tenéis a los hijos de los hombres, que el mayor servicio que se os puede hacer, es dejaros a Vos por su amor y ganancia, y entonces sois poseído más enteramente; porque, aunque no se satisface tanto en gozar la voluntad, el alma se goza de que os contenta a Vos, y ve que los gozos de la tierra son inciertos, aunque parezcan dados de Vos, mientras vivimos en esta mortalidad, si no van acompañados con el amor del prójimo. Quien no le amare, no os ama, Señor mío; pues con tanta sangre vemos mostrado el amor tan grande que tenéis a los hijos de Adán.


Exclamaciones del alma a Dios II, 2