Primera oración:
Dios y Señor mío, postrado/a ante vuestra santísima presencia os adoro, creo, espero y os amo sobre todas las cosas.
Os doy infinitas gracias por todos los beneficios que siempre me habéis hecho.
Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón,de haberos ofendido y propongo firmemente no pecar más con tu auxilio, porque grande es mi debilidad sin él.
Día 4
No basta a tu amor materno ¡oh María! entregarnos el Santo Escapulario del Carmen como una señal de nuestra predestinación al cielo, preservándonos del fuego del infierno, sino que, además, determinaste liberarnos del Purgatorio cuanto antes, a más tardar al sábado siguiente.
No basta a tu amor materno ¡oh María! entregarnos el Santo Escapulario del Carmen como una señal de nuestra predestinación al cielo, preservándonos del fuego del infierno, sino que, además, determinaste liberarnos del Purgatorio cuanto antes, a más tardar al sábado siguiente.
Haz ¡oh Madre del Carmelo! que, observando las piadosas prácticas del Escapulario, podamos ir al cielo el día de nuestra muerte.
Amén
Amén
Oración final:
Señor, Dios nuestro, que honraste a la Orden del Carmen con la advocación especial de la Bienaventurada y siempre Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos a cuántos hoy celebramos su recuerdo que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos al gozo eterno de la gloria. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén,
Señor, Dios nuestro, que honraste a la Orden del Carmen con la advocación especial de la Bienaventurada y siempre Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos a cuántos hoy celebramos su recuerdo que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos al gozo eterno de la gloria. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén,