martes, 10 de julio de 2018

Novena a la Virgen del Carmen - día 4° (10 de Julio)


Primera oración:
Dios y Señor mío, postrado/a ante vuestra santísima presencia os adoro, creo, espero y os amo sobre todas las cosas.
Os doy infinitas gracias por todos los beneficios que siempre me habéis hecho.
Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón,de haberos ofendido y propongo firmemente no pecar más con tu auxilio, porque grande es mi debilidad sin él.
Día 4
No basta a tu amor materno ¡oh María! entregarnos el Santo Escapulario del Carmen como una señal de nuestra predestinación al cielo, preservándonos del fuego del infierno, sino que, además, determinaste liberarnos del Purgatorio cuanto antes, a más tardar al sábado siguiente.
Haz ¡oh Madre del Carmelo! que, observando las piadosas prácticas del Escapulario, podamos ir al cielo el día de nuestra muerte.
Amén
Oración final:
Señor, Dios nuestro, que honraste a la Orden del Carmen con la advocación especial de la Bienaventurada y siempre Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos a cuántos hoy celebramos su recuerdo que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos al gozo eterno de la gloria. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén,

Novena a la Virgen del Carmen - día 3° (9 de Julio)

Novena a la Virgen del Carmen - día 3° (9 de Julio)
Primera oración:
Dios y Señor mío, postrado/a ante vuestra santísima presencia os adoro, creo, espero y os amo sobre todas las cosas.
Os doy infinitas gracias por todos los beneficios que siempre me habéis hecho.
Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón,de haberos ofendido y propongo firmemente no pecar más con tu auxilio, porque grande es mi debilidad sin él.
Día 3
De tus designios ¡oh Madre del Carmelo! concedes, a todos los cristianos, por medio de tu Hijo Jesucristo, todas las gracias del Cielo. Y a tus carmelitas, en particular, nos entregaste una gracia singular: el Santo Escapulario del Carmen, y lo hiciste para protegernos, de tal manera, que el que muera con tu Escapulario no sufrirá el fuego del infierno,
y cuantos vayan al Purgatorio, saldrán de allí cuanto antes; a mas tardar, en el día del sábado siguiente.
Y durante toda nuestra vida nos protegerás de todos los peligros del alma y cuerpo.
Te damos gracias ¡oh Madre del Carmen! por todos tus beneficios y te pedimos que nos sigas protegiendo en vida, en muerte y en el purgatorio.
Amén
Oración final:
Señor, Dios nuestro, que honraste a la Orden del Carmen con la advocación especial de la Bienaventurada y siempre Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos a cuántos hoy celebramos su recuerdo que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos al gozo eterno de la gloria. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén,

Novena a la Virgen del Carmen - día 2° (8 de Julio)




Primera oración:
Dios y Señor mío, postrado/a ante vuestra santísima presencia os adoro, creo, espero y os amo sobre todas las cosas.
Os doy infinitas gracias por todos los beneficios que siempre me habéis hecho.
Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón,de haberos ofendido y propongo firmemente no pecar más con tu auxilio, porque grande es mi debilidad sin él.
Día 2
Vuelve a nosotros ¡oh Madre y Hermosura del Carmelo!, esos tus ojos maternales como los volviste hacia los primeros eremitas del Monte Carmelo. Ellos te contemplaban como Mística Nubecilla, refrigerante de todas las arideces pecaminosas. Y con todos los santos carmelitas te contemplaron Inmaculada y Pura en tu nacimiento, mientras ellos se dedicaban a orar a Dios y alabarte a Vos.
Vuelve ¡oh Madre! esos tus ojos misericordiosos para que todos nosotros seamos dignos de ti y de tu santo Escapulario. Amén
Oración final:
Señor, Dios nuestro, que honraste a la Orden del Carmen con la advocación especial de la Bienaventurada y siempre Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos a cuántos hoy celebramos su recuerdo que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos al gozo eterno de la gloria. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén,