jueves, 14 de octubre de 2010

ENSEÑANZAS DE SANTA MADRE


"Pues digo que es peligroso ir tasando los años que se han tenido de oración, aunque haya humildad, parece puede quedar un no sé que de parecer se merece algo por lo servido. No digo yo que no lo merecen y les será bien pagado; mas cualquier espiritual que le parezca que por muchos años que haya tenido oración merece estos regalos de espíritu, tengo yo por cierto que no subirá a la cumbre de él. ¿ No es harto que haya merecido le tenga Dios de su mano para no le hacer las ofensas que antes que tuviese oración le hacía, sino que le ponga pleito por sus dineros, como dicen? No me parece profunda humildad. Ya puede ser lo que sea, mas yo por atrevimiento lo tengo; pues yo, con tener poca humildad, no me parece jamás he osado. Ya puede ser que, como nunca he servido, no he pedido; por ventura si lo hubiera hecho, quisiera más que todos me lo pagara el Señor.
No digo yo que no va creciendo un alma y que no se lo dará Dios, si la oración ha sido humilde; mas que se olviden estos años, que es todo asco cuando podemos hacer, en comparación de una gota de sangre de las que el Señor por nosotros derramó. Y si con servir más quedamos mas deudores, ¿qué es esto que pedimos, pues si pagamos un maravedí de la deuda, nos tornan a dar mil ducados? Que, por amor de Dios, dejemos estos juicios, que son suyos. Estas comparaciones siempre son malas, aún en cosas de acá; pues ¿qué será en lo que sólo Dios sabe? Y lo mostró bien Su Majestad cuando pagó tanto a los postreros como a los primeros.

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