Hoy, Teresa Margarita,
martes, 31 de agosto de 2010
jueves, 26 de agosto de 2010
HIMNO
26 de agosto
TRANSVERBERACIÓN DEL CORAZON DE TERESA DE JESÚS
Hiere más, Esposo amado,
hiere más, hiere más,
que así la vida me das.
En tan hermoso herir,
solo tú has podido hallar
un morir que es alentar
y un matar que no es morir.
Expiar para vivir
fraguando en tu herida estas;
sabroso haces el sentir;
hiere más, hiere más,
que así la vida me das.
Con ese dardo encendido
logro tu amor sus hazañas
hasta donde me has herido.
Ya esta el corazón partido,
más siempre uno lo hallaras;
y pues triunfas del vencido,
hiere más, hiere más,
que así la vida me das.
El alma tengo abrasada
con el fuego de la herida;
si de aquel más encendida,
de esta más enamorada;
la llaga es tan regalada,
que espero si otra me harás;
mi Amado, venga otra espada;
hiere más, hiere más,
que así la vida me das.
Himno de vísperas del Oficio Propio del Carmelo Teresiano
domingo, 22 de agosto de 2010
jueves, 19 de agosto de 2010
BILOCACIÓN - 2da. Parte
Sor Ana de Jesús Lobera dice en los Procesos: "La Madre Teresa de Jesús no sólo ha dado avisos en espíritu después de muerta sino también estando viva... Así, en esta casa de Salamanca, hace unos veinte años, estando ella fundando en Segovia, teníamos aquí a la hermana Isabel de los Ángeles, con gran enfermedad desde hacía ocho meses, que daba compasión verla. El día de san Bernabé (11 de junio de 1574) por la mañana, estaba fatigadísima cuando nos fuimos a misa; y cuando vinimos la hallamos con extraordinaria alegría... Después que se fueron las otras Madres, yo, que había sido su maestra, quédeme sola con ella y le dije: “¿Qué tienes que estás tan cierta de que hoy vas a salir de este destierro?” Ella me afirmó que, durante la misa, había estado nuestra Madre Teresa de Jesús con ella bendiciéndola y regalándola, diciendo: “Hija mía, no sea boba ni esté con esos temores, sino muy confiada en lo que hizo por ella su Esposo, que es grande la gloria que Dios le tiene preparada y crea que hoy la gozará”; y así me afirmaba y parecía que tenía el alma con mucha paz y en esa serenidad pasó el día hasta la noche, que nos fuimos a Maitines, dejando con ella dos o tres de nosotras; y al punto que en el coro queríamos tomar la disciplina, pues era viernes..., cesamos y fuimos todas juntas a la enfermería y, poniéndola el crucifijo y la vela en la mano, comenzamos a bendecir el nombre de Jesús y a decir el Credo con ella y, en acabando la postrera palabra del Credo, expiró; y luego comenzó a cubrirse el cuerpo de tan gran hermosura y resplandor que se vio claro ser cosa sobrenatural y celestial. Y esto no sólo lo vimos todas las religiosas, sino también cuantas personas de otras Órdenes y seglares vinieron a su entierro... El mismo día que la enferma dijo que había visto a nuestra Madre, escribimos a Segovia donde ella estaba, diciendo a la Priora y Subpriora de allí se lo dijesen para ver si podían entender cómo había sido, y se lo contaron diciendo: “Madre, no en balde aquella mañana, después de haber comulgado vuestra Reverencia llegamos dos veces a darle recado y no nos respondió, pues estaba como muerta a la misma hora que escriben de Salamanca que estuvo allí”.
Ellas nos escribieron, diciendo que se había reído y dicho: “Váyanse de ahí, qué cosas inventan”; y que con esto habían visto que era cierto. Y nosotras vimos que lo era en una carta que había escrito la Madre a la Priora de acá (Salamanca) antes que se lo dijesen, y en ella le avisaba de dos cosas que era imposible saberlas no habiéndolas visto. Y diciéndome a mí la Madre Priora ¿cómo es posible saber esto nuestra Madre? Dije: “Claro está que vería toda la casa el día que estuvo aquí con la hermana Isabel de los Ángeles”... Yo le pregunté a la Madre Teresa, cuando envió por mí para llevarme a ser Priora al convento de Beas..., y con el amor que me tenía, me respondió claramente que así había sido ."
Ellas nos escribieron, diciendo que se había reído y dicho: “Váyanse de ahí, qué cosas inventan”; y que con esto habían visto que era cierto. Y nosotras vimos que lo era en una carta que había escrito la Madre a la Priora de acá (Salamanca) antes que se lo dijesen, y en ella le avisaba de dos cosas que era imposible saberlas no habiéndolas visto. Y diciéndome a mí la Madre Priora ¿cómo es posible saber esto nuestra Madre? Dije: “Claro está que vería toda la casa el día que estuvo aquí con la hermana Isabel de los Ángeles”... Yo le pregunté a la Madre Teresa, cuando envió por mí para llevarme a ser Priora al convento de Beas..., y con el amor que me tenía, me respondió claramente que así había sido ."
viernes, 13 de agosto de 2010
BILOCACIÓN - 1ra. parte
Del mismo modo que otros santos, entre ellos Martín de Porres, Pío de Pietrelcina, Alfonso María de Ligorio, nuestra Santa Madre Teresa de Jesús recibió la especial gracia de la bilocación, tal como se relata en las Actas de los Procesos de beatificación y canonización, dados a conocer por el Padre Fray Silverio de Santa Teresa, de los cuales en esta primera nota daremos a conocer tres.
La Vble. Ana de San Agustín, compañera y una de las predilectas de Teresa, testimonió lo siguiente: Estando esta testigo de sacristana en Malagón y estando un día durmiendo en su cama, la despertó la Madre Teresa de Jesús y le dijo: "Vete y pon luz delante del Santísimo Sacramento". Y esta testigo se levantó y fue al coro a encender la lámpara, y encendida vio allí a la dicha Madre Teresa de Jesús y se admiró, porque no estaba en dicho convento, sino en Ávila, a muchas leguas de allí, de Malagón; y esta testigo presumió que por su poca devoción la Madre Teresa le hacía este favor para moverla a devoción; y cuando esta testigo quiso hablar, no vio ninguna cosa y desapareció.
La misma Sor Ana de San Agustín relata: Esta testigo supo de cierta monja de esta casa que estando una noche en oración y estando dicha Madre Teresa ausente de esta villa más de treinta leguas de distancia, se le apareció, porque la dicha monja había pensado la mudase de aquella casa a otra donde estaría mejor; le dijo la dicha Madre Teresa que tuviera cuenta con la casa donde estaba. Y que habrá tres años, poco más o menos, que tornó a desear esta monja que la sacase de aquella misma casa y que se la tornó a aparecer la dicha Madre Teresa de nuevo, cuando estaba ya muerta, estando en Maitines, y reprendióla por este deseo y, no obstante esto, todavía la dicha monja trataba de que la mudasen de allí. Y de allí, al poco tiempo, se le tornó a aparecer, reprendiéndola por desobediente.
Este otro testimonio es del Padre Enrique Enriquez, quien relató lo siguiente en los Procesos: He sabido del Padre Gaspar de Salazar, de la Compañía de Jesús, el cual sabe muchas cosas de la dicha Madre Teresa de Jesús, que estando a muchas leguas de distancia de donde él estaba en su aposento cerrado, se le apareció antes que muriese la dicha Teresa de Jesús y le dio ciertos avisos y amonestaciones, y que este testigo le preguntó después a la dicha Madre, la cual con humilde modestia mostró haber sido así por particular orden de Dios Nuestro Señor para ciertos efectos saludables.
Continuará
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