domingo, 27 de septiembre de 2009

Florcita del campo

Como una flor del campo,
simple y sencilla,
diminuta, escondida
entre brizna radiante,
quisiera pasar siempre,
toda mi vida.

Al calor de Tus rayos,
se abriera mi corola
de pétalos pequeños, amarillos,
para darle alegría
sólo a Tu Vida.

Y así, un día cualquiera,
caer rendida
para nacer de nuevo
en otra semilla,
a quien Tú des vida.

Anawin de Jesús

jueves, 17 de septiembre de 2009

Poesía carmelitana siglo XVII

Escribe María de San Alberto, acerca de la Noche oscura del alma:

¡Oh dulce noche oscura,
que no pones tiniebla tenebrosa,
más antes tu espesura,
cuan ciega es deleitosa,
y cuanto más oscura más hermosa.

Divinas negaciones,
dichosa oscuridad, dulce sosiego,
secretas invenciones;
dichoso el que está ciego
en tanta claridad, dichoso entrego.

Negándose a sí  mismo,
por no negar Aquél que nunca niega,
entré en el dulce abismo
de aquella noche ciega
donde halla viva luz el que se entrega.


María de San Alberto, ocd

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Exclamaciones

¡Qué miserable es la sabiduría de los mortales e incierta su
providencia! Proveed Vos por la vuestra los medios necesarios para que mi alma os sirva más a vuestro gusto que al suyo. No me castiguéis en darme lo que yo quiero o deseo, si vuestro amor (que en mí viva siempre) no lo deseare. Muera ya este yo, y viva en mí otro que es más que yo y para mí mejor que yo, para que yo le pueda servir. Él viva y me dé vida; Él reine, y sea yo cautiva, que no quiere mi alma otra libertad. ¿Cómo será libre el que del Sumo estuviere ajeno? ¿Qué mayor ni más miserable cautiverio que estar el alma suelta de la mano de su Criador? Dichosos los que con fuertes grillos y cadenas de los beneficios de la misericordia de Dios se vieren presos e inhabilitados para ser poderosos para soltarse. Fuerte como la muerte el amor, y duro como el infierno (*).

¡Oh, quién se viese ya muerto de sus manos y arrojado en este divino infierno, de donde ya no se esperase poder salir, o por mejor decir, no se temiese verse fuera!  Más ¡ay de mí, Señor, que mientras dura esta vida mortal siempre corre peligro la eterna!

Teresa de Jesús, carmelita
(*) Cant. 8,6

lunes, 14 de septiembre de 2009

Villancico

José no sabía
qué debía pensar:
en el patio oía
a un tiempo a María
reir y llorar.
Tan nervioso está
que a saberlo va;
y María le dijo:
- Jesús, nuestro hijo,
me ha dicho "mamá".
Benzo Maestre

sábado, 12 de septiembre de 2009

Tómame de la mano


En una tarde de cierzo,
andando yo mi camino
se encontraron nuestras almas
y se unió a tí mi destino.
Me tomaste de la mano,
dulce Madre Concepción
y juntitas adoramos
al Sagrado Corazón.
Tú ...en el cielo,
yo en la tierra
a las dos nos dio el Carmelo
camino santo a vivir.
y "descalzas" por la senda,
silenciosas y serenas
al Corazón tan amado´
juntas vamos a seguir.
No me sueltes, Madre dulce,
mírame como a novicia.
Ayúdame a transformarme
a ser de Jesús, delicia.

Anawin de Jesús

El cuadro del Sagrado Corazón que preside lo pintó la Madre María de la Concepción de San Jaime y Santa Teresa cd
El dibujo al carboncillo es obra de un devoto de la Madre Concepción de Hawai,

viernes, 11 de septiembre de 2009

Úbeda no lo supo...

Úbeda no lo supo...Tan sólo unas mujeres
vieron a los dos frailes llegar hasta el convento.

La campanita niña sonó como un lamento y, por la tarde, en sombras, turbia de anocheceres
se abrió despacio, tímida la puerta carmelita.

-Yo soy Juan de la Cruz. Vengo a pedir posada
 donde pueda, sin ruido, ser mi vida acabada.
 Dios me llama y no quiero llegar tarde a la cita.

                                                              Rafael Duyos

jueves, 10 de septiembre de 2009

Salmo de contemplación

¿Con qué puedo compararme, Señor?
con los pajaritos implumes en su nido,
si el padre y la madre no les dan su alimento
mueren de hambre.
Así mi alma, Señor
sin Ti,
no tengo apoyo,
no puedo vivir.
¿Con qué me compararé, Señor?
Con un pequeño grano de trigo, sepultado en tierra.
si el rocío no lo alimenta
y el sol no lo calienta
el grano se marchita y muere.
Pero si Tú lo regalas
con la dulzura del rocío
y el calor de tu Sol
de la pequeña semilla
plena de linfa y de vigor
brotarán raíces
y germinará un tallo
fuerte en frutos abundante.
¿Con qué me compararé, Señor?
Con una rosa cortada
que al instante en la mano se marchita
y pierde su aroma.
Pero unida a su tallo
permanece fresca y brillante
intacta en su aroma.
Guárdame en Ti, Señor,
y comunícame tu Vida!...
¿Con qué te compararé, Señor?
Con la paloma que proporciona alimento a sus pequeños,
con una tierna madre
que alimenta a su criatura.”


María de Jesús Crucificado (la Arabita)

Mercedes de Dios (54)


Estaba una vez recogida con esta compañía que traigo en el alma y parecióme estar Dios de manera en ella, que me acordé de cuando San Pedro dijo: "Tú eres Cristo, hijo de Dios vivo" porque así estaba Dios vivo en mi alma. Esto no es como otras visiones, porque lleve fuerza con la fe; de manera que no se puede dudar que está la Trinidad por presencia y por potencia y esencia en nuestras almas. Es cosa de grandísimo provecho entender esta verdad. Y como estaba espantada de ver tanta majestad en cosa tan baja como mi alma, entendí: "No es baja, hija, pues está hecha a mi imagen".
Teresa de Jesús, carmelita

martes, 8 de septiembre de 2009

Conformidad


 Bendito seas, Señor,
 por tu infinita bondad,
 porque pones con amor
 sobre espinas de dolor
 rosas de conformidad.
 Por eso, Dios y Señor,
 porque por amor me hieres,
 porque con inmenso amor
 pruebas con mayor dolor
 a las almas que más quieres...
Porque sufrir es curar
las llagas del corazón,
porque sé que me has de dar
consuelo y resignación
a medida del pesar...
                                                          
Por tu bondad y tu amor,
porque lo mandas y quiero,
porque tuyo es mi dolor,
¡Bendita sea, Señor
la mano con que me hieres!
José María Pemán

domingo, 6 de septiembre de 2009

Madre Ma. de la Concepción de San Jaime y Sta. Teresa cd, mi guía

"Quien aspira a tal perfección, debe ante todo humillarse muchísimo delante de Dios y de los hombres; no creerse capaz de nada; ejercitarse en las pequeñas ocasiones que se vayan presentando, como reprimir un movimiento de orgullo, un sentimiento advertido de amor propio, privarse de una ligera satisfacción de los sentidos, sufrir sin quejarse alguna molestia o dolor. Si por algún tiempo es fiel a estas prácticas no atribuyéndose la gloria de estos vencimientos es probable que Dios la juzgue digna de hacerla participante del cáliz de Jesús."
Este es sólo uno de los pensamientos de quien yo he escogido para mi guarda. Quiera Dios que desde el Cielo, ella quiera guiarme, ayudarme en este bendito caminar "en obsequio de Jesucristo".
Anawin
Si buscas más información sobre ella debes visitar http://www.madreconcepción.com/

sábado, 5 de septiembre de 2009

Cuando me miras en silencio


Cuando me miras en silencio y siento
que en un suspiro tu Palabra llega,
es brisa imperceptible que me llena
y besa mi corazón agradecido.

Cuando te miro con la fe en los ojos,
encendida la esperanza en tu Presencia,
cuando se imprime tu mirada en mi conciencia
y me envuelve la frescura de tu aliento.



Cuando al mirarte me siento poseída
de la presencia que habita mis entañas
cuando colmas mis deseos y mis ansias
y transformas en tu cielo mis despojos.

Estoy allí simplemente y te contemplo
más allá del tiempo en que me tienes sumergido
y en el silencio de tu voz me siento unido
en el anhelo de contemplar tu Rostro.

Desconozco autor.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Alfarero Divino



El blando barro toma el alfarero

en sus manos, el barro de la tierra.

La exacta imagen que en su mente encierra

existencia tendrá, al fin postrero.


Maleable en los dedos del obrero,

no sabe resistirle, hacerle guerra.

A los ritmos del torno no se cierra,

se abre, dócil, al ideal primero.


Toma mi voluntad, Rey Soberano

Alfarero divino, ten mi barro.

De tus dedos de artista, de tu mano

vaso humilde saldrá, bien bello jarro.


Dúctil yo, no será el trabajo vano.

¡Oh, mi timbre de honor ser tu cacharro!


Antonio Márquez Fernández

miércoles, 2 de septiembre de 2009

¿Qué quiero, mi Jesús?



¿ Que quiero , mi Jesús ?... Quiero quererte,

quiero cuanto hay en mi del todo darte,

sin tener mas placer que el agradarte,

sin tener mas temor que el ofenderte.

Quiero olvidarlo todo y conocerte,
quiero dejarlo todo por buscarte,

quiero perderlo todo por hallarte,
quiero ignorarlo todo por saberte.


Quiero, amable Jesús,

abismarme en ese dulce hueco de tu herida

y en sus divinas llamas abrasarme.


Quiero , por fin , en Ti transfigurarme,

morir a mi para vivir tu vida,

perderme en Ti , Jesús , y no encontrarme.


Calderón de la Barca